sábado, 26 de junio de 2010

Hoy me voy.
Dejo Madrid para instalarme en Mallorca. Desde allí emprenderé mi viaje alrededor de Cezanne, proyecto dar la vuelta al mundo para encontrarle.
Antes de volar en su busca y mientras me acicalo las alas, tomo ritmo de verano, porque toca.
Me voy sin fuentes a la Vall de'n March, ni siquiera llevo los catálogos razonados de Rewald, Chappuis y Venturi que son mis libros de cabecera o la cabecera de mis libros.
La biblioteca Cezanniana desembarcará en Mallorca a primeros de Julio. El diez de Julio nos iremos a Rusia.
De momento: Ritmo lento.
Mediterraneo. Verano. Vacaciones.
Mallorca no es muy distinta de Provenza.
Durante un tiempo viviré cezannianamente y, pensando en él, supongo que hablaré más de mí.
Alguien regaló a Cezanne un albúm que entonces estaba muy de moda, se llamaba "Mes confidences" y antes de las hojas en blanco que debían convertirse en diario y que en este caso se mantuvieron para siempre en blanco, los diseñadores del librillo dedicaban dos o tres páginas, impresas en letra inglesa y adornadas con volutas propias de la época, a una serie de preguntas sobre gustos y disgustos personales. En su letra culta y angulosa, inclinada con firmeza hacia delante, Cezanne, por entonces con veintisiete o veintiocho años, respondió con buena voluntad a casi todas las preguntas. Ya hablaré otro día de este test psicológico "avant la lettre", hoy solo quiero citar la pregunta 16 y su respuesta:

.-¿Cual es su principal esperanza?:
.-La certeza
.

Y el último apartado, que titularon "Autógraphe":

.- Escriba uno de sus pensamientos o una cita con la que esté de acuerdo:
.-Señor, Tu me has hecho fuerte y solitario,
déjame dormir el sueño de la tierra.


Desde la esperanza compartida y con estos versos del poema Moises de Alfred de Vigny que Cezanne rubrica y yo no acabo de comprender, deseo que comience, SlowCezanne, mi segundo cuatrimestre.

Fragmento de Las grandes Bañistas .1906.208 x 249 cm. Museo de Philadelphia.