martes, 8 de junio de 2010

Mi amiga Cristina es música y pasaba unos días de Abril en casa, las dos teníamos bastante trabajo y hacíamos vidas independientes, ella componía y yo me dedicaba a Cezanne. Una mañana entró en mi cuarto para comentar no se qué fruslerías; yo estaba entregada a estudiar el enigma de Hortense Fiquet que tanto me obsesiona, y tenía sobre la mesa el libro de Susan Sidlauskas: Cezanne's other, abierto por la lámina 6, justamente este retrato. Cristina venía a hablarme de lo suyo y no estaba para desvíos, pero de modo automático y semiinconsciente, mientras hablaba de corrido de asuntos microinmobiliarios, tapó con su índice la mitad derecha del rostro de Hortense, y luego la izquierda.
.- ¿Qué haces con el dedito?.
.- Nada, ¿No te parece raro que haya pintado dos mujeres en una?.
Y sin añadir más, como quien no quiere la cosa, preguntó a qué hora ibamos a comer, salió tarareando hacia sus aposentos y me dejó con tres palmos de narices.
Madame Cézanne. Circa 1885. Berggruen Collection. Berlin