martes, 20 de julio de 2010

Durante una deriva nocturna por la Morkaya ulitsa, descubrí - reja, puerta, piedra y tiempo - otra poética de lo imposible.
Los misterios cotidianos son los más tiernos.
En cuanto a la catedral de San Isaak, poco que decir. Es enorme y oscura.
Nota al margen: Montañas en el Hermitage de Diez de la Peña, Cezanne y Delacroix. Montañas de Friedrich y Cezanne en el Pushkin de Moscú.