
Una tarde fresca de Marzo yo dejé Aix en Provence por el camino del Tholonet y anduve siguiendo tus huellas durante tres horas. Me desvié de la ruta principal para tomar un sendero que subía a la izquierda, y allí, tras una curva, creí reconocer el lugar de esta casa y la otra colina y los pinos crecidos. La luz era la misma, y la piedra gris, el mismo cielo despejado de invierno, tu aroma de tomillo en el aire, y todos tus verdes. Fui feliz aquella tarde cuando entré por mi propio pie en un Cezanne para sentarme a merendar en él, yo sola bajo el fresco de la tarde. Tus cuadros son pura vida, nadie puede merendar en un Morandi.
Casa abandonada en el camino del Tholonet.Circa 1885. 60 X 50. Col. Particular