martes, 23 de marzo de 2010

Adolphe Monticelli es uno de esos personajes que se cuelan por las costuras de la historia. A punto de ser grande y admirado por los más grandes,no pasó de ser un pintor menor.
Nació en Marsella en 1824 y vivió su juventud y aprendizaje en Paris.Tenía buena mano y generosa imaginación, era audaz con el color y vigoroso en la pincelada. A Monticelli solo le faltó un Ego descomunal, como podría haber sido su arte. Era un artista humilde, inseguro y mitómano, admiraba a los demás más que a sí mismo y se debatía entre sus pasiones. Siguió a la escuela de Barbizon por el mar y se perdió en el bosque de Fontenaibleau con Narciso Diaz; como romántico quiso ser Delacroix; como nostálgico, oscureció las fiestas galantes de Watteau, por soñador, quiso ser simbolista. Por dinero hizo retratos de sociedad, un poco Gericault; por sus tinieblas, trató de ser Rembrandt. Su obra es una urdimbre de buen gusto e influencias en la que brillan destellos de talento y gracia.
Van Gogh admiraba a Monticelli,también le admiraba Cezanne, aunque no tanto. Los dos provenzales coincidieron en París en los sesenta, se llevaban quince años y se trataron poco; Cezanne elogiaba entonces las pinceladas empastadas y caóticas del marsellés y sus oscuros bosques oníricos poblados por mujeres de gran gala. Muchos tiempo después, ya retirados en su tierra, se hicieron amigos. A finales de los setenta, Cezanne le visitaba con frecuencia, salían a plein air e incluso pasaron un mes juntos pintando los paisajes de Provenza. Venturi percibía ráfagas de Monticelli en los cuadros del joven Cezanne, pero no parece que el viejo artista le influyera en la madurez, trabajan juntos sin que Cezanne mire el caballete del otro. Y sin embargo, ¡pobre Monticelli!, le ocurre de nuevo, se olvida de su edad y es él quien quiere ser Cezanne, pasa sus últimos años - muere en 1886- con los ojos en una Provenza que ya no es suya; Con cortas pinceladas paralelas pinta bodegones, paisajes y bañistas en composiciones sobrias que le habían sido ajenas.
(Bodegón con Jarra blanca de Monticelli, 1880. Aquí está Cezanne, pero también el cuchillo que este tomó de Manet quien a su vez lo encontró en Chardin).