miércoles, 31 de marzo de 2010

“Nuestro arte debería dar a la naturaleza la emoción de continuidad con la apariencia de todos sus cambios , nos debería permitir sentir la naturaleza como eterna”. Paul Cezanne

La route de forêt. 54 x 65 cm. 1870

martes, 30 de marzo de 2010

En su adolescencia y juventud, Cezanne era un prolífico poeta , no dejó de ser poeta, ya se, pero entonces lo era con las palabras. En una carta de 1863 a Numa Coste - amigo desde la infancia y que con la edad sería cronista de la ciudad y uno de los miembros más activos del Felibrige-, el pintor recuerda con nostalgia sus tardes en el remanso del riachuelo de la Torse, un ramal del rio ARC, a las afueras de Aix, hacia el Tholonet, cerca del cementerio de Saint Pierre, donde ahora está su tumba, una parte de la carta la escribe en verso.
...
Et Black, t'en souviens-tu? Mais les feuilles jaunies
Au souffle de l'hiver ont perdu leur fraîcheur.
Sur les bords du ruisseau les plantes sont flétries
et l'arbre, secoué par les vents en fureur,
agite dans les airs comme un cadavre inmense
ses rameaux dépouillés que le mistral balance"

Cezanne no era animalero, no tuvo perro o gato de compañía, no consideraba que los animales fueran motivo pictórico. Y sin embargo, recuerda con ternura a Black, el perro de Numa Coste. Black,como eslabón o testigo de un tiempo feliz que se difumina, se incorpora también al repertorio pictórico del primer Cezanne, el que todavía no buscaba inspiración en el plein air exterior sino en los entresijos de su imaginación, sus recuerdos y sus deseos. Black es el perro que aparece al lado de la figura de Cezanne - de espaldas con mochilita - en L'apotheose de Delacroix de 1875, Black es el perrito ladrador que acompaña al Pecheur a la ligne de 1868 y el perro sentado que observa el Desayuno sobre la Hierba; Puede que sea también ese perrito indiscreto que mira al mirón, al propio Cezanne, en Una moderna Olimpia. Creo que en todas estas obras, Black acompaña al Cezanne maduro, para encarnar la presencia en él del pasado, del Cezanne joven que se niega a desaparecer y en el que, perplejo, solitario y testarudo, el artista se sigue reconociendo .
Cuando mi hijo tenía cuatro años encontramos una cachorrita negra de ratero mallorquín en el mercado de Sineu, sucumbimos a sus encantos. Jon,mi hijo, con la lógica de su edad, la bautizó "Blacky".
Blacky tiene hoy catorce años y está a mis pies, ha sido protagonista, compañía y paisaje de nuestra vida, su biografía y anecdotário están indisolublemente unidos al nuestro, Blacky persigue faisanes en un bosque inglés, Blacky roba un sandwich en Battersea Park, Blacky en los aeropuertos, Blacky en el colegio, Blacky juega al futbol, Blacky sabe contar, las carreras de Blacky, Jon juega con Blacky, los amores de Blacky, su infancia, su felicidad, su juventud, la nuestra . No querría que su silueta desapareciera de nuestras vidas. Comprendo a Paul Cezanne

lunes, 29 de marzo de 2010

En Octubre de 1900, la Galería Cassirer de Berlín organizaba la primera exposición de Cezanne en Alemania: doce cuadros que resultaron invendibles y tuvieron que volver a los almacenes del marchante Durand Rouel de París. Rainer Maria Rilke, que entonces era un joven poeta de 25 años,conoció allí la obra de Cezanne y vió "algo"; a su amiga, la intuitiva Paula Mohdeston, también le interesa el viejo artista francés. Cuando en Octubre de 1907, un año después de la muerte del pintor, el salón de Otoño de París presenta, como homenaje postumo, una retrospectiva con 56 obras de Paul Cezanne, Rilke está en la ciudad y acude a la llamada. La visita marca un punto de inflexión en la vida del poeta, Rilke cae seducido, abducido por Cezanne: La fuerza de sus imágenes te acapara al instante. Pensaba partir hacia Venecia en los próximos días, pero postpone el viaje y se queda en París para poder visitar cada día el salón, pasa horas con, frente a, alrededor de Cezanne, le cuesta asimilarlo, incita su curiosidad, se identifica con él. Por la noche en su habitación de la rue Cassette, desde el seis hasta el veinticuatro de octubre, fecha en la que clausuran la exposición, Rilke escribe a Clara,su mujer, una carta diaria sobre Cezanne. Como recuerda Michel Guerin en su Humble and Colossal Cezanne: "Octubre en la vida de Rainer Maria Rilke es Cezanne, solo Cezanne". No fue aquella una pasión efímera- Como sería su admiración por Zuloaga, o en menor medida su entrega a Rodin-, porque hasta sus últimos años, el poeta reconoce en la obra de Cezanne y en su ética creativa, el principal modelo de su propia obra. Rilke, ya ha digerido a Cezanne cuando dice: "Uno tiene que ser, en todo momento, capaz de pisar la tierra como el primer ser humano "
Pero vuelvo a aquel Octubre de 1907, el poeta pasea una tarde por el salón con su amiga, la pintora Mathilde Vollmoeller, y se pregunta, le pregunta : ¿Qué hacía con las cosas Cezanne,cómo lo conseguía?. Mathilde contesta :
"Pues se sentaba delante de ellas, como un perro, y las miraba, sin más ".

domingo, 28 de marzo de 2010

"Si la expresión de un artista sólo es un medio para expresar directamente su "yo", su arte se volverá totalmente absurdo. El "yo" es una masa caótica o un agujero negro original...Considero que la creación artística es más una purificación que una expresión del "yo". Consiste en examinar con los ojos bien abiertos y extremadamente atentos, los diez mil mundos que nos rodean y el "yo" que tiene tantas dificultades de comunicarse con los otros. Y pese a que el misterio de la vida sigue siendo incomprensible, el arte todavía puede reservar algunas sorpresas".Gao Xingjian

sábado, 27 de marzo de 2010

"Supongamos que reunimos aquí tres bodegones, uno de Manet, uno de Gauguin y uno de Cezanne. Descubriremos enseguida la objetividad de Manet, cómo él intenta imitar la naturaleza a través de un temperamento, cómo la traduce desde una sensación artística...
...Gauguin es más subjetivo. Es una interpretación decorativa, hierática incluso, de la naturaleza...
...Delante de Cézanne, solo pensamos en la pintura: ni la objetividad de lo representado, ni la subjetividad del artista, retienen nuestra atención. Nos cuesta decidir si se trata de una imitación o de una interpretación de la naturaleza. Sentimos que este arte está más cercano a Chardin que a Manet o a Gauguin. Y de un modo insintivo decimos, esto es "un cuadro", un cuadro clásico..." Maurice Denis ( L'Occident, septiembre 1907)

viernes, 26 de marzo de 2010

"Voy a entrar las sillas, porque la humedad de la noche estropearía la enea. ¿Nunca te paras a pensar, lo absurdo que es despilfarrar los bienes ?". Paul Cezanne (a Jules Borély. 1902)

jueves, 25 de marzo de 2010

id=Llegué a CanDionis a la una de la madrugada, la casa estaba fría pero me arropó el ánimo encontrarme con "la" balda que en tu honor encargué al carpintero y todavía no había visto, me pareció perfecta, casi idéntica a la del estudio de Lauves. La tuya es más larga porque mi salón no daba para más, y si tú la pintaste de gris para igualarla con la pared, por el mismo motivo yo la he tenido que pintar de blanco.
En un febril quita y pon de dudas, matices y cambios intangibles pero sustanciales, he pasado la noche poblando el estante hasta llegar a la opción final: unos libros del Archiduque Luis Salvador sobre Mallorca, una figurita funeraria griega, seis objetos de cristal rojo - una bola, dos copas y tres floreros -, una Virgen cuzqueña tallada en piedra, un raro busto de Simoneta Vespucci, obra de una artista holandesa, dos tratados de botánica alemanes y un caballo de bronce con su jinete, del escultor Carlos Ferreira. Ha quedado armónico, sobrio y elegante, creo que no he caido en el decorativismo.
.-¿Y por qué elegiste esos objetos y no otros?
.- Por su belleza, porque funcionaban bien entre ellos y con el ambiente, porque todos en sí son especiales.
.- Pues habrá quedado muchísimo más bonito que el mío. Mi estante solo era una superficie horizontal a la que llegaban los objetos necesarios.
Y en este momento, caida del burro, caida de los palos del sombrajo, me doy cuenta de que por mucha confianza que esté tomandome contigo, tu eres Paul Cezanne y yo solo soy esa chica que ama tanto a Cezanne.

miércoles, 24 de marzo de 2010


Mi muy querido, hoy tengo día de viaje y no puedo dedicarte mucho tiempo, me he comido en tu honor el último calisson de Aix, el último de la cajita de lata de la Patisserie Roi René, adornada con tus jugadores de cartas, era de los perfumados a la rosa, que son mis favoritos. Al ir hacia el aeropuerto iba pensando en tu padre,a él le encantaban los calissons de violeta, y tú le decías que nada que se jactara de ser malva, aunque fuera un calisson, podía ser interesante. Ya se que después de su muerte se te abrieron los ojos y no parabas de cantar sus alabanzas, pero creo que fuiste injusto con él, le criticabas alocadamente,te vivías joven martir incomprendido, te quejabas de vicio porque fue un tipo estupendo, un hombre de visión y acción, un gran padre que te mantuvo y comprendió toda la vida aunque, los genes no perdonan, fuera un cabezota importante, como fuiste tú mismo. En 1859 compró, por un buen precio y con muy buen gusto, el Jas de Bouffan, la Bastide en las afueras de Aix, el símbolo de su triunfo profesional y social; podría haberla decorado al estilo gran bourgeois,podría haberse entregado a los fastos del segundo imperio, pero no lo hizo. Optó por la sobriedad,no quiso ser un nouveau riche falsamente elegante, de hecho, su única extravagancia fue permitir a su alocado y no demasiado habilidoso hijo que le pintara el salón al fresco. El resultado fueron cuatro murales irónicos e ingenuos que representaban a las cuatro estaciones, una broma nostalgica que con gran jovialidad el hijo firmó, firmaste, haciéndose el gracioso, Ingres, 1811( el año en que Ingres pintó el Zeus y Tethis de la colección Granet); No contento con aguantarte los frescos, y sin chistar, tu padre, "el patrón" de un entorno muy amplio, posó durante inmoviles horas de eternos días para que pudieras hacerle unos retratos raros y poco favorecedorse que a nadie gustaban. El primero se lo pintaste en la pared curva del salón, entre las señoritas alegóricas de la primavera y el Invierno; le pusiste de perfil, leyendo el periódico, vestido de diario, con gorrito provinciano, manos enormes y distinción mínima; A Louis Auguste Cezanne no le pareció mal y te dió espacio, tiempo y alas. En la conservadora casa de tus padres solo había cuadros tuyos, treinta Cezanne premiere epoque, tu período más couillard, el más salvaje.¿Cómo te parecía todo tan natural y a tí debido?, Por Dios, Paul, ese hombre era un santo. Ya te digo que hoy no tengo tiempo, pero seguiremos hablando de tu padre, de mujeres, de amor y de dinero.

martes, 23 de marzo de 2010

Adolphe Monticelli es uno de esos personajes que se cuelan por las costuras de la historia. A punto de ser grande y admirado por los más grandes,no pasó de ser un pintor menor.
Nació en Marsella en 1824 y vivió su juventud y aprendizaje en Paris.Tenía buena mano y generosa imaginación, era audaz con el color y vigoroso en la pincelada. A Monticelli solo le faltó un Ego descomunal, como podría haber sido su arte. Era un artista humilde, inseguro y mitómano, admiraba a los demás más que a sí mismo y se debatía entre sus pasiones. Siguió a la escuela de Barbizon por el mar y se perdió en el bosque de Fontenaibleau con Narciso Diaz; como romántico quiso ser Delacroix; como nostálgico, oscureció las fiestas galantes de Watteau, por soñador, quiso ser simbolista. Por dinero hizo retratos de sociedad, un poco Gericault; por sus tinieblas, trató de ser Rembrandt. Su obra es una urdimbre de buen gusto e influencias en la que brillan destellos de talento y gracia.
Van Gogh admiraba a Monticelli,también le admiraba Cezanne, aunque no tanto. Los dos provenzales coincidieron en París en los sesenta, se llevaban quince años y se trataron poco; Cezanne elogiaba entonces las pinceladas empastadas y caóticas del marsellés y sus oscuros bosques oníricos poblados por mujeres de gran gala. Muchos tiempo después, ya retirados en su tierra, se hicieron amigos. A finales de los setenta, Cezanne le visitaba con frecuencia, salían a plein air e incluso pasaron un mes juntos pintando los paisajes de Provenza. Venturi percibía ráfagas de Monticelli en los cuadros del joven Cezanne, pero no parece que el viejo artista le influyera en la madurez, trabajan juntos sin que Cezanne mire el caballete del otro. Y sin embargo, ¡pobre Monticelli!, le ocurre de nuevo, se olvida de su edad y es él quien quiere ser Cezanne, pasa sus últimos años - muere en 1886- con los ojos en una Provenza que ya no es suya; Con cortas pinceladas paralelas pinta bodegones, paisajes y bañistas en composiciones sobrias que le habían sido ajenas.
(Bodegón con Jarra blanca de Monticelli, 1880. Aquí está Cezanne, pero también el cuchillo que este tomó de Manet quien a su vez lo encontró en Chardin).

lunes, 22 de marzo de 2010

Querido amigo Bernard ,
Te envío hoy otros nueve bocetos de los estudios que acabo de pintar. De esta manera, verás los "motivos" de esta naturaleza que inspira al padre Cezanne ...Sabiendo cuanto amas a Cezanne, he pensado que estos croquis de Provenza podrían gustarte. No porque haya similitudes entre un dibujo mío y uno de Cezanne, o no porque haya más similitudes entre ellos que las que hay entre Monticelli y yo. Pero yo también amo este pais que ellos tanto han amado, y por las mismas razones, de color, de dibujo lógico.
Querido amigo Bernard, cuando te hablaba de colaboración, no quería decir que según yo, dos o más pintores deberían trabajar en los mismos cuadros, me refiero más bien a obras divergentes pero que se sostienen y se completan. Miremos por ejemplo los primitivos italianos y los primitivos alemanes, la escuela holandesa, los italianos propiamente dichos, en fín, miremos toda la pintura.
Involuntariamente las obras forman "grupo", "serie". Así, actualmente los impresionistas forman también grupo a pesar de todas sus desastrosas guerras civiles en las que, de una parte y de la otra, cada uno agrede al otro con un celo digno de mejor causa... Si se ayudaran a ganarse la vida, amándose como compañeros en lugar de machacarse los unos a los otros, los pintores serían más felices y en todo caso, menos ridículos, menos estúpidos y menos culpables...Actualmente, en una desunión casi total, navegamos por alta mar en nuestros pequeños y malévolos barcos, aislados, sobre las grandes olas de nuestro tiempo.
¿Es esto un renacimiento o una decadencia?, no sabriamos ser jueces ya que por estar demasiado próximos,las deformaciones de la perspectiva nos inducirían al error. Los acontecimientos contemporáneos toman a nuestros ojos proporciones exageradas, probablemente tanto en cuanto a nuestras desgracias como a nuestros méritos.
Te mando un apreton de manos y espero tener pronto noticias tuyas.
t.a.t
Vincent.
(Carta de Van Gogh a Emile Bernard desde Arles. Julio 1888. Ilustrada por el cuadro de Van Gogh : Una granja en Provenza, del mismo año. )

domingo, 21 de marzo de 2010

Es dificil verbalizar la certeza. Los impertinentes ojos con antiparras de Chardin son hermanos de los exaltados ojos de Cezanne, la línea que une sus miradas y sus bodegones es inequívoca pero ¿Cómo definirla?. Objetos sencillos y familiares sobre fondos neutros, armonía arquitectónica, equilibrio de volúmenes...Hay más. Según Proust, Chardín consigue rescatar los objetos "de esa eterna oscuridad en la que permanecían enterrados ". Proust (si no hubieran sido socialmente tan distintos, siendo contemporáneos) podría afirmar lo mismo de Cezanne. Cezanne mira el mundo como si lo estuviera viendo por primera vez, intenta no ya reproducir sino crear en sus cuadros una realidad a estrenar; la realidad virgen de la que hablaba Chardin...Y hay más. Cómo verbalizar lo inefable, la experiencia mística que pueden desencadenar Chardin y Cezanne con un azucarero, la armonía ultramundana que flota en sus manzanas, la paz oriental o religiosa que transmiten sus bodegones... Hay más. (Fragmento con azucarero de Le brioche de Chardin)

sábado, 20 de marzo de 2010

"...Un azucarero nos enseña tanto sobre nosotros y nuestro arte como un Chardin o un Monticelli. Y es más vivo. Son nuestros cuadros los que se convierten en naturalezas muertas. Todo es más irisado que nuestras telas..." Paul Cezanne (A Joachim Gasquet)

viernes, 19 de marzo de 2010

"...Ese bonito pastel de Chardin, armado de un par de antiparras y con una visera dándole sombra. Este pintor es un bribón, no te das cuenta de que haciendo cabalgar sobre su nariz un lígero plano transversal, los valores se realzan a la vista. Verifica este hecho y ya me dirás si me equivoco. " Paul Cezanne ( A Emile Bernard)


jueves, 18 de marzo de 2010

Esta es la última acuarela de Cezanne. Comenzó a pintarla en Agosto de 1906. Trabajó muchos días en ella y no sabemos si la dió por acabada. Es una vista a Klee y a Kandinsky, es una vista al puente des Trois sautets sobre el rio Arc. Ya había pintado este puente en un pequeño oleo sobre tabla ovalada en los tardíos años sesenta pero su primer paisaje del Arc es anterior, probablemente de 1862. En las cartas de Paul Cezanne adolescente a su amigo Emile Zola que ha dejado Aix por París, el río es una constante, el símbolo de un tiempo de felicidad compartido y añorado. Paul, es en aquel tiempo un joven alegre, extrovertido, enamoradizo, confiado, escribe poemas, inventa charadas, dibuja caricaturas, se rie de si mismo y del mundo, es muy emotivo y amigo de sus amigos, especialmente de los dos íntimos del Liceo Bourbon, Baptistin Baille y Emile Zola. El Paul de entonces es delgado, tiene unos ojos oscuros desproporcionadamente grandes,es listo, tímido con las mujeres, insólito y talentoso, su padre es rico, él tiene carisma, es un muchacho alborotadoy feliz en la arcadia de Aix en Provence. Para ese Paul, la marcha de Zola es el primer tropiezo, aunque asume que su amigo volverá en vacaciones y retornarán las tardes en el río; entre risas, saltos y chapuzones, se reirán muchísimo, tomarán pan con aceitunas y salchichón, recitarán poemas, hablarán de mujeres, de arte y de filosofía, criticarán a la sociedad bienpensante y maquinaran planes de futuro.
Aquel Paul se equivocaba, no sabía aún que la personalidad y las amistades cambian, el paisaje cambia, el cuerpo cambia, no hay Shangri la, no hay retorno, hasta cambiará el río.
Cezanne se irá derrumbando emocionalmente; al rechazar la evolución de su entorno, vivirá socialmente perdido. Aquella juventud encantadora, las relaciones optimistas, generosas y despreocupadas, todo se esfuma, ¿Qué ha ocurrido?. Cumplirá años pero no sabrá ni querrá encontrar lo que los otros hacen tan facilmente, una personalidad nueva que cuadre con su vida adulta. No admite un modo nuevo de hablar, ni entiende de responsabilidades adquiridas, si todo estaba bien como era ¿Por qué lo han estropeado ?, ¿Por qué todo cambia tan rápidamente?, ¿ por qué, hasta las manzanas se pudren con el tiempo y se marchitan las flores en los jarrones ?. La frustración y la impotencia le conducen a la irascibilidad, a la leyenda de artista excéntrico y solitario. "Ya no tengo otra cosa que hacer que no sea pintar", le escribe a su hijo Paul el 14 de Agosto de 1906, el mismo día en que, con un calor terrible, empezaba a pintar la acuarela del puente. Lleva muchos años dedicado por entero a su arte, su obra contiene su biografía, o su falta de ella. En su obra, Cezanne, dialoga con la Arcadia imaginaria de Poussin y la situa en los lugares vivos de la Provenza pero, si bien los paisajes son reales, y conforman nuevos arquetipos, los personajes que se mueven en ellos son tan ideales como los de Poussin, aún más lejanos pues no corresponden a modelos de la mitología colectiva sino a los de sus nostalgias y sueños personales. La arcadia privada de Cezanne está vacía, como esta acuarela de reflejos y rumores bajo el puente, o poblada por bañistas atemporales y asexuados, adultos inéditos que se mueven en una armonía preadolescente en el marco siempre feliz del río.

miércoles, 17 de marzo de 2010

"Aquí, a orillas del río, los motivos se mutiplican; el mismo motivo visto bajo un ángulo distinto ofrece un tema de estudio de poderosísimo interés y tan variado que creo que podría estar ocupado durante meses sin cambiar de sitio, simplemente inclinándome unas veces más a la derecha y otras más a la izquierda". Paul Cézanne .8.9.1906

martes, 16 de marzo de 2010

El rey René de Anjou solo vivió nueve años en Aix con su reina Jeanne, pero tiempo tuvo para traer a Provenza las primeras cepas de moscatel y toda una corte de músicos, cocineros, bordadores, arquitectos, artistas, orfebres y poetas.
En un lateral de la Iglesia de la Magdalena cuelga esta tabla de la Anunciación a la Virgen que Pierre Cornici, acaudalado tapicero, proveedor de la real casa, encargó, en tiempos del rey René, hacia mediados del siglo XV, a Barthelemy van Eyck, pintor de palacio, para que presidiera, Dios mediante, su sepulcro que se construiría en la catedral del Salvador, a la derecha del coro, junto al claustro.
Al principio fue un gran tríptico pero se dispersó la familia y las piezas laterales se fragmentaron por Flandes, solo queda en Aix esta escena sosegada y compleja que se expresa en la narrativa sincrónica de la época. Gabriel sorprende a la Virgen mientras esta lee las escrituras, un lirio blanco simboliza su pureza actual y la rosa roja, su sufrimiento futuro. Dios Padre, acompañado por el coro de angeles, insufla su espíritu en María, un soplo dorado sobre el que navega visible el cuerpo mínimo de Jesús; estamos viendo el momento exacto en que se produce el embarazo divino. El arcangel acaba de aterrizar en la sala, las alas aún desplegadas y el manto rojo alborotado por el vuelo; A través de la ventana gótica vemos el paisaje, al fondo de la nave de la Iglesia han terminado la lectura del evangelio, se disgregan los fieles, dos personajes curiosean entre las columnas; entre tanto fuste paralelo, el atril, cargado de símbolos y de libros, se erige como eje del cuadro. Un almohadón verde de plumas rompe la desnudez del suelo. Después del almohadón que marca la frontera de lo doméstico, y sin romper la unidad arquitectónica, la casa se convierte en templo, la salita recoleta se hace nave. Los ropajes se extienden en volúmenes y pliegues, las telas son ricas, del taller de Cornici, el manto de María va recamado en grandes flores que parecen peonías orientales, al gusto de Nápoles. Funciona un antiguo código de tonos, el cuadro se construye en una armonía celestial de grises, dorados y rojos, que comunican con lo terrenal a través del verde. Son colores, no hay luces ni sombras.
A Paul Cezanne y a su hermana Marie les bautizaron en la Magdalena, aquí se casaron sus padres y su hermana Rose. Cezanne fue asiduo parroquiano de esta Iglesia. ¿Qué pensaría de La Anunciación de Aix? ¿Qué hay de ella en las composiciones de Cezanne, en su equilibrio, en su gama tonal, en sus bodegones?.
No sólo somos lo que comemos, somos también lo que miramos.

lunes, 15 de marzo de 2010

En algún momento del siglo XIX, el azucarero de Cezanne se cocía en un horno de Moustiers Sainte-Marie, pueblo de montaña , colgado de la sierra de Montdenier, sobre las gargantas del río Verdón y el lago de la Sainte Croix.
Buena arcilla porosa, madera abundante y agua clara en abundancia; desde tiempos medievales, la zona y el pueblo se hicieron famosos por sus talleres de alfarería, pero es a partir del siglo XVII cuando comienza a producirse en Moustiers la cerámica más refinada de Francia, gacias a Pierre y Joseph Clérissy, artesanos de origen italiano que en 1679 montan un horno de leña en el que desarrollan y mejoran la técnica tradicional de su ciudad natal de Faienza. Al introducir el uso moderado del estaño, saben conseguir los blancos más luminosos, que adornan en azul profundo de cobalto con guirnaldas y escenas mitológicas de fino trazo. A su sombra y por su exito comercial, llegan numerosos alfareros al pueblo, se abren más de treinta talleres en diez años, los estilos se diversifican, se amplían los motivos. En 1738, Joseph Olerys, de origen marsellés, se une al horno de su cuñado, Jean Baptiste Laugier, e introduce la policromía en las vajillas y servicios de mesa. Olerys venía de Alcora, España, donde durante ocho años, había trabajado como pintor en la fabrica de porcelana del Conde de Aranda; de Alcora proceden los amarillos de antimonio, el verde de cobre y el violeta de manganeso que se utilizan en Moustiers.
Pero toda moda es efímera, durante el problemático y energético siglo XIX francés, la producción de Moustiers se viene abajo por falta de demanda. Procedentes de Inglaterra,se habían comenzado a instalar en el norte de Francia, factorías con técnicas automáticas de estampado en porcelana. Aunque el producto artesano resultaba entonces más barato que el industrial, ya no interesa. En la biografía sobre Auguste, su padre, Jean Renoir nos relata los inicios del artista como pintor de porcelana en París, y, cómo a mediados de los sesenta, deben cerrar el taller y les echan a la calle. El proceso es el mismo en Provenza, Los azules perfiles de Renoir y sus colegas, han dejado de gustar porque la decoración es ligeramente distinta en cada pieza mientras que las producidas en serie en las fábricas, son lujosamente idénticas.
El último horno de Moustiers cierra sus puertas en 1879. El azucarero de Cezanne es pues la reliquia de un tiempo pasado, una pieza provenzal irremplazable. El artista lo sabe.
Lo que no pudo saber es que en 1927, Marcel de Provence, mecenas y activista del nacionalismo provenzal, consigue que se vuelva a abrir uno de los hornos perdidos de Moustiers . Gracias a su iniciativa, se recupera la tradición y la pericia, el momento ha cambiado, poco a poco retorna la faience y con ella la prosperidad al pueblo. A día de hoy, trece talleres trabajan en Moustiers produciendo diseños antiguos y contemporáneos con métodos tradicionales.
Isabelle Bondil, joven pintora y alfarera de Moustiers, me pide fotos de los bodegones con azucarero, cree que la pieza podría renacer de sus manos, y llegar a ser tan suya y tan mía como de Cezanne.

domingo, 14 de marzo de 2010

Mi muy querido, me gusta que convivas amorosamente con los objetos que te corresponden y que sepas cuidarlos sin buscar otros. Me gusta que durante cuarenta años juntos, tus ojos no se acostumbren a un azucarero de faience provenzal y sigan viéndolo cada día como si fuera el primero. Me gusta tu revolución interior sin muletas circunstanciales.

sábado, 13 de marzo de 2010

Llevo días persiguiendo a un azucarero blanco con decoración floral en azul, rojo, amarillo y verde. Le conocí acompañado de tres peras, un plato de loza blanco y una jarrita esmaltada de azul noche, en el pequeño bodegón couillard de Cezanne de 1866 que encontré en el museo Granet y he visitado a diario. La pintura está fresca como el primer día esparcida con espátula en toques largos,desiguales y libres, sin gestualidad alguna, en capas espesas, como si fuera nata de colores, los colores mezclados a menudo sobre el mismo lienzo, los contornos inexistentes, las sombras distribuidas de modo aleatorio en un negro básico.
Este mismo cuadro es el que vemos en la pared del salón del Jas de Bouffan, como fondo del retrato que Cezanne le hace ese mismo año a su padre.
El azucarero entra en un nuevo bodegón con manzanas en 1878, y a mediados de los ochenta, vuelve a la palestra tres veces, dos de ellas con otros cacharros recurrentes en los bodegones de Cezanne: un gran bote de aceitunas de barro, esmaltado parcialmente en verde, y la redonda perola de gengibre protegida por una red de cuerda fina. El plato de loza blanca cargado de manzanas, mantiene un equilibrio inestable sobre un paño blanco doblado de mala manera que se deja caer por el frente de la mesa tocinera cuyo cajón está entreabierto, nada se rige por el sentido común, las leyes de composición son inéditas pero funcionan. Hay un tercer bodegón muy próximo en el tiempo, con la misma mesa y con el mismo paño, el azucarero comparte espacio con el pote de gengibre, una cesta de mimbre muy grande llena de fruta , y una chocolatera que podría ser a juego si no fuera tan desproporcionadamente pequeña. La pincelada se ha calmado pero no el espíritu ni la voluntad de crear una realidad en sí más allá de la representación de aquella en la que nos movemos .
En la decada de los noventa, al azucarero y sus compañeros habituales se les une la botella de pastis y una tela azul y negra muy elaborada, todo se amontona en el lateral izquierdo del cuadro y está a punto de caer en vertical perfecta por los bajos. Cezanne adopta espontaneamente las reglas orientales de la perspectiva que solo funcionan en la bidimensionalidad del lienzo sin fingir una tercera dimensión imposible y por tanto engañosa.
Al año siguiente, aparece un azucarero nuevo, completamente blanco y con un rabito enroscado en la tapa. Temíamos la muerte natural de nuestro viejo amigo, pero vuelve glorioso con sus flores y su boliche redondo, en una serie de acuarelas posteriores al 1900, y en un último oleo que se puede fechar entre 1902 y 1906, los años finales del artista. El azucarero está intacto, en agradable conversación con la gengibrera, tres naranjas en el viejo plato blanco, y otras dos naranjas entre los pliegues imposibles de la tela alfombrada en flores vistosas que ocupa ya casi todo el cuadro, no hay referencias externas , no se adivina mesa ni muros, los objetos no responden a una geometría matemática, no hay formula pictórica , Cezanne ha roto las reglas del juego y está llegando a la meta.

viernes, 12 de marzo de 2010


.-¿Cómo es la realidad cuando nadie la mira?.
.-Es un Cezanne.

jueves, 11 de marzo de 2010

Petrarca sube al monte Ventoux, el más alto de Provenza, para contarlo y convertir su excursión en ascenso místico; la Sainte Victoire llega a la literatura de la mano de Walter Scott, en la novela Anna de Geierstein, el ejemplar Arthur contempla un atardecer desde la pequeña ermita de la Virgen encinta que hay en su cumbre : "...Las sombrías masas de nubes se aproximaban y extendiendose poco a poco sobre el horizonte, amenazaban con eclipsar completamente el sol, aunque el señor del cielo luchaba todavía para mantener su fuerza y, como un héroe agonizante, parecía más glorioso todavía en el instante mismo de su derrota..."
Era esta una imagen tan literaria como pictórica, heredera de la estética emocional que había promovido Edmund Burke con su libro de 1757... De lo bello y lo sublime, a partir del cual los artistas se tiran al monte en busca de apoteosis, abismos, moles y grutas. De Sierra Morena a los Alpes, pasando por los Apeninos lombardos, los vedutistas románticos llenan los salones de cuadritos con cimas y simas, amaneceres sombríos y radiantes puestas de sol.
La suave Provenza no parecía destino oportuno para buscadores de lo sublime, y la Sainte Victoire, aunque Scottiana, resultaba poco romántica por demasiado frecuentada, una montaña doméstica a la que acudía el pueblo en romerías dos veces al año, por San Ventura y por San Juán.
La Sainte Victoire era ya sin embargo una montaña de leyenda: Desde sus pliegues y rocas, el general romano Mario, había atacado y vencido por sorpresa a las tropas de teutones que dormían en el valle; cuentan que, tras la victoria que dió nombre a la montaña, despeñaron a más de trescientos barbaros por una boca inmensa tallada por la naturaleza en lo alto de sus rocas de granito, un tunel de más de cuarenta metros en vertical, por cuyo fondo inexplorado fluye en la oscuridad un torrente al que llaman El Garagai. Nadie ha visto al Garagai, pero todos en la zona han oido y oyen sus lejanos chapoteos y su rugido.
Hoy hemos rodeado la montaña. Salimos de Aix por la ruta de Vauvernagues, pasamos las gargantas del infernet y giramos hacia el sur por el bosque de la Gardiole hasta Pourrieres, cruzamos el puente del rio Arc y llegamos a Puyloubier para coger el camino del Tholonet en el que todas las vistas son un Cezanne. Borrachos de montaña y robles, nos vimos de nuevo en Aix en Provence y nos fuimos al cine.

miércoles, 10 de marzo de 2010

El 28 de Noviembre de 1870, en la batalla de Beaune la Rolande de la guerra francoprusiana, Frederic Bazille, al mando de su compañía de Zuavos, átacó la posición alemana. Tuvieron que herirle dos veces en el pecho antes de que cayera muerto del caballo.Tenía 29 años, era un gran pintor, un buen amigo, un hombre distinguido y generoso. En el invierno de 1870, Cezanne con treinta y un años, estaba en contra de la guerra y maldecía la muerte estúpida de Bazille. En franca rebeldía y para evitar alistarse, se agazapó en la casa de vacaciones que su madre alquilaba desde hacía tiempo en el puerto de L'Estaque, junto a Marsella. Los inviernos de guerra son siempre fríos, aquel año, nevó sobre la bahía de l'Estaque y Cezanne estaba allí para pintar una nieve sucia que se fundía con el barro oscuro y goteaba de los tejados rojos, pintó árboles retorcidos y oscuros, paredes grises como las piedras, el cielo emborronado de tormentas y la tierra lívida, herida por blancos caminos improbables. No se olía en los cuadros el mar, solo se palpaban las derrotas.
El 9 de Marzo de 2010 nevaba sobre la Provenza y estaban blancos los campos de vides, las avenidas de plátanos y los olivares, en la carretera vieja entre Saint Cannat y Saint Remy.

martes, 9 de marzo de 2010

Charles Darwin publicó el origen de las especies en 1859. La obra se tradujo al francés en 1862 y la mayoría de los científicos galos desdeñaron o rechazaron la teoría de la selección natural como origen de la evolución. En Paris, en pleno spleen, optaron por ignorar el evolucionismo como una extravagancia más de los ingleses pero en Aix en Provenza no estaban por el escepticismo, dos señores muy listos, el botánico Louis Charles Gastón de Saporta( 1823-1895) y el jovencísimo geólogo y zoologo Antoine Fortuné Marion (1846-1900) recibieron el libro con entusiasmo, incorporaron el planteamiento a sus investigaciones en curso y mantuvieron sesuda correspondencia con Darwin. Con los años, Gaston de Saporta llegaría a ser el director del Museo de Historia Natural de Aix, y Marion, profesor de paleontología y zoologia en la universidad de Marsella, y director del Museo de Historia Natural de esta ciudad.
Aparte de científico brillante, Marión era pintor amateur y gran amigo de Paul Cezanne. El artista le retrata con el poeta Valebregue, a plein air con sombrero, van de campo pero elegantes y con un toque de bohemia . En muchas de sus cartas Cezanne habla del amigo científico y aprendiz de artista con cariño, cuenta de sus paseos juntos por los altiplanos de la región de Aix y cita su nombre entre los que le acompañan de excursión a la Sainte Victoire un mes de Mayo. Entre los papeles de Cezanne se encuentran unas hojas sueltas en las que bocetos del artista se mezclan con notas de la mano de Marion, se ve que Cezanne preguntaba los difíciles nombres de fósiles que iban encontrando, quería memorizar periodos geológicos, o la composición de los distintos estratos que formaban la montaña, y el científico se los iba escribiendo sobre la marcha en l0s mismos papeles de sus dibujos.
Por las cartas de Zola a Cezanne sabemos también que los dos amigos conocieron la obra de Darwin a través de Marion y compartían las teorías de evolución que para ellos supusieron un hallazgo revolucionario que les proporcionaba una realidad nueva. Zola y Cezanne fueron, como Marion, republicanos, jovenes, modernos y evolucionistas .
Y vuelven las preguntas sin respuesta.
¿Mantuvo el artista la fé en Darwin durante sus últimos años de profunda religiosidad católica? Y si fue así, ¿de qué manera articulaba en este contexto la creación divina y la existencia del alma?, ¿supo engranar los dos discursos?.
Y por otra parte, ¿Hasta qué punto las experiencias geológicas de Cezanne influyen en su modo de percibir y representar la naturaleza y más en concreto ésa esencia siempre buscada de una montaña a cuyo historia y composición se había asomado con Antoine Fortuné Marion?
(Tras una visita al Museo de Historia natural Aix en Provence, 10 rue Espariat, fundado en 1839 y que, algún audiovisual aparte, se mantiene en espíritu y colecciones casi idéntico al que conoció P.C.)

lunes, 8 de marzo de 2010

Tus biografías son prolijas, llenas de pequeñas fechas y pequeños lugares, registran calle y número, tus efímeras direcciones postales, saben tu gusto en sombreros, recogen tus cartas y citan a tus amigos pero ignoran, como ellos, como yo, todos tus porqués.
Nada, ni el nombre sabemos de la muchacha que te enamoró en la primavera de 1885, sólo que la escribías apasionado y esperabas sus cartas clandestinas mientras te movías inquieto de un lugar a otro, huyendo de tu tristeza, expectante, asocial y confuso.
¿Y Por qué, en Agosto de 1885, de todos los bellos pueblos de la Provenza, tuviste que instalar a Hortense y a tu hijo en Gardanne, en el corazón de la cuenca minera del Ródano, con humeantes fábricas de aluminio y oscuras minas de Lignito?.Tú, mantenías tu residencia en Aix, trabajabas en tu estudio del Jas de Bouffan y les visitabas en tren todos los días, solo os separaban ocho kilómetros. Para entretenerte y verles poco, pintabas Gardanne desde recodos del valle a los que llegabas con un burro que cargaba tu utillaje. En tus cuadros de allí y entonces, borraste las huellas de la industria para plasmar un esqueleto esencial del pueblo en amontonados cubos, verdes, ocres y rojos. Porque querías borrar el cambio de Provenza y quizás tu hoy atormentado, para aferrarte a un pasado acogedor e inmovil, inventaste en Gardanne el primer pueblo cubista, y, eres una paradoja, te lanzaste con él, más que el aluminio y las minas, hacia el moderno siglo XX. ¿Has visto los pueblos de Bracque que cuelgan en el MOMA?.
Y en Abril de 1886,¿por qué te casas con Hortense a la que ya no amabas cuando os conocisteis en París en 1869, a la que nunca amaste, la que jamás te quiso?. Me gustaría que habláramos otro día de esto.

domingo, 7 de marzo de 2010

"Il est impossible d’arriver en Provence par un tunnel de
platanes et de branches dans cette autre Grèce sans que le nom
illustre ne nous saute dans l’esprit et dans le coeur.”
Jean Cocteau . Tombeau de Cézanne .

sábado, 6 de marzo de 2010

A finales de Septiembre de 1958, Picasso llama por teléfono a su amigo y marchante, Kahnweiler .
.-Daniel, he comprado la Sainte Victoire de Cezanne.
.-¿Cual de ellas?
.-La verdadera.
A los pies de la ladera norte de la montaña Sainte Victoire se encuentra el castillo de los señores de Veauvernagues, un dominio que incluye 1000 hectareas de terreno en la montaña y un derecho medieval de libre paso por toda ella. Picasso compró la propiedad, se convirtió en señor del monte y del castillo
Porque Cezanne era su reconocido maestro, "el padre de todos nosotros", Picasso eligió vivir en su tierra y que a su muerte le enterraran en ella. De entre tantos lugares en sus mundos, sólo en Provenza está su tumba, en el jardín de Veauvernagues, de cara a la montaña y a quince quilómetros del cementerio de Saint Pierre en Aix en Provence donde desde el pequeño panteón de los Conil y los Cezanne se divisa a lo lejos el pico inclinado de la Sainte Victoire.
Paul y Pablo, el corazón del volcán y su erupción. Paul pintó más de sesenta veces la montaña y la convirtió en un icono ancestral, Pablo que todo lo hizo, nunca, reverencia y respeto, se atrevió a pintar la Sainte Victoire, pero la puso a su nombre ante notario y se la merendó.

viernes, 5 de marzo de 2010

El salchichón de Arlés no es como el de Auvernia, que presume mucho pero es sólo de cerdo. El salchichón seco de Arlés, uno de los más antiguos de Francia, mezcla sabiamente el cerdo con la vaca y, para dulcificar el sabor, en los viejos tiempos solían añadir un poquito de magro de caballo o asno joven. Todo ello se sazona con las buenas hierbas de provenza y pimienta blanca.
En el mercado de hoy, dice Pierre , jurando con los dedos, que su saucisson evita equinos, mientras ofrece cata; y es tan rico su sabor, tan perfecta su textura, que, más por gula que por otra cosa, le creemos. Hemos dado buena cuenta del saucisson entre dos, con tinto de garnacha de San Maximin, pan campagnard y pepinillos en vinagre.
Y después, por el camino del Tholonet hacia las cinco de la tarde, ví una sabana de hilo crudo que tapaba una montaña, caía desnuda sobre el amplio pico y cubría las laderas en pliegues generosos hasta encontrarse muy abajo con los pinos.
Hoy he visto por primera vez la montagne Sainte Victoire.

jueves, 4 de marzo de 2010

Día de mercado en Aix, en la plaza Richelme compro miel blanca de lavanda, recogida en el Chemin des Savels, en la Bastidonne, y un kilo de las magníficas peras del Thoard, que maduran, dulces y feas, a 700 metros de altitud en la alta Provenza. La florista más sonriente de todos los puestos me vende en la plaza del Ayuntamiento dos ramos de mimosas por el precio de uno; y van las flores conmigo, acarician rítmicas mi cadera y cambian el perfume de mis pasos, levantan mi ánimo hasta la danza, voy en sus volandas marcando un suave baile callejero, su amarillo cantarín me precede cuando entro en la pastelería de Bremond para comprar calissons de piña y una baguette con semillas de amapola, Bon jour la belle!.

miércoles, 3 de marzo de 2010

En la calle Fedreric Mistral 10, antes rue de la Monnaie, en el bajo de la casa de tu hermana Marie, está hoy la tienda del anticuario Daniel Selli. Allí encontré esta sopera provenzal para boullabaise, cocida en la fabrica de Saint Jean du Desert, cerca de Aubagne. En su base, la firma de Jeanne Raymond, con la fecha azul de 1930. Creo que te habría gustado,quizás habrías reido con ella entre los vapores sabrosos de una sopa de pescado. Me recuerda la desmesura de tu caracola rosada en el bodegón del reloj. Atrevimiento, color, tierra y tradición.

martes, 2 de marzo de 2010

Mi muy querido, ¿crees que nos habríamos amado?, ¿pudiera yo haber cambiado tu destino?.
¿Cuándo te hirieron por primera vez?.

lunes, 1 de marzo de 2010

Para encontrar la mirada de Cézanne, he querido empezar por el principio. Ayer a medianoche llegué Aix en Provence. Me alojo en el viejo y céntrico Hotel de France de la calle Espariat, mi ventana da a la placita de los Agustinos, estoy dos pasos del Cours Mirabeau.
Antes de acostarme y para calmar un poco la excitación de verme sola y anónima, en los comienzos de un plan deseado, Atrevete Susana!, salí a dar un paseo. En la plaza de la Rotonda acechaba la estatua en bronce de Cezanne anciano a tamaño natural, natural en una persona alta, que él no era; Iba con sombrero y mochilita como saliendo para una de sus sesiones de paisaje, sur le motif, parecía apabullado por la vegetación polvorienta de unos jardines bastante desangelados, y por la parafernalia de la parada de los autobuses.
Cine Cézanne, Aparcamiento Cézanne, Hotel Cézanne, Café Cezanne, Universidad Cezanne, pastelería Cezanne, librería Cezanne, las señales de tráfico indican como llegar al estudio de Cézanne, o a su casa familiar, el Jas de Bouffan; los mapas que reparte la oficina de turismo, detallan un itinerario Cezanne que entre otras, igualmente banales, incluye paradas en la casa de su hermana Marie y en la de su hermana Rose, indica la última vivienda de su madre, los cafés a los que iban sus amigos más que él mismo, sus escuelas y las iglesias que frecuentaba, el edificio que alojaba la sombrerería del padre o las dos sedes de la posterior banca familiar: "Cezanne y Cabassol". Parece que toda la ciudad ha entrado en una trivial paranoia Cezannesca de la que es dificil levantar cabeza.
Cezanne y yo hemos vivido juntos muchos meses, compartiendo una soledad que nos unía, todo ese exceso me abruma, es raro. Yo que le sentía tan próximo, veo ahora que se escapa entre mis dedos, como una puesta de sol en viaje del colegio, con fondo musical de Wagner desde el autobús.
Creo que solo podré encontrarle y descifrar su mirada , si consigo borrar la artificial y boba desmesura de su huella en esta ciudad encantadora que no quiso ni quiere comprenderle.
Para olvidarte, Paul, me he levantado temprano y he desayunado con gran croissant en el café Belle epoque del Cours Mirabeau; sentada en la terraza, leo La Provence, el periódico local, miro y me miran.
Eché a andar hacia las diez, quería comprobar si es fácil desde el centro, llegar al campo a pie. Es facil, pronto estoy en las afueras de la ciudad rodeada de pinos. La deriva me lleva al estudio de Lauves, donde Cezanne trabajó sus cuatro últimos años. Hay un ventanal de suelo a techo sobre el monte y, en la pared, una balda alta pintada de gris, la misma que, decoración a clé, acabo de instalar en Can Dionis. El estudio tiene encanto y recrea lo que un día fue pero nada es allí cierto, ni los cuadros ni las frutas que aparentemente esperan al maestro, ni los polvorientos abrigos ni las paletas untuosas; todo le perteneció pero nada es ya suyo, ha perdido la cotidianidad y con ella el sentido. En los anaqueles cerrados del estudio han colocado algunos de sus libros favoritos, hay tres tomos de comentarios a Virgilio. Recuerdo Nápoles, los paisajes de Cumas y a Poussin. En el libro de visitas se puede ver, pálida, la firma de Marilyn Monroe: A wonderful visit, tan comentada como el propio taller. Paseo por el jardín, miro la ciudad desde lo alto, hago fotos que me recuerdan sus cuadros, me pierdo en un caminillo de arena y salgo de la maleza frente a una legión de japoneses que rien al verme, me siento en una piedra roja y después me voy, Avenida Cezanne abajo, a comprar lapices y buen papel, por si rompo en artista. Hace sol y cantan los pájaros.