martes, 30 de marzo de 2010

En su adolescencia y juventud, Cezanne era un prolífico poeta , no dejó de ser poeta, ya se, pero entonces lo era con las palabras. En una carta de 1863 a Numa Coste - amigo desde la infancia y que con la edad sería cronista de la ciudad y uno de los miembros más activos del Felibrige-, el pintor recuerda con nostalgia sus tardes en el remanso del riachuelo de la Torse, un ramal del rio ARC, a las afueras de Aix, hacia el Tholonet, cerca del cementerio de Saint Pierre, donde ahora está su tumba, una parte de la carta la escribe en verso.
...
Et Black, t'en souviens-tu? Mais les feuilles jaunies
Au souffle de l'hiver ont perdu leur fraîcheur.
Sur les bords du ruisseau les plantes sont flétries
et l'arbre, secoué par les vents en fureur,
agite dans les airs comme un cadavre inmense
ses rameaux dépouillés que le mistral balance"

Cezanne no era animalero, no tuvo perro o gato de compañía, no consideraba que los animales fueran motivo pictórico. Y sin embargo, recuerda con ternura a Black, el perro de Numa Coste. Black,como eslabón o testigo de un tiempo feliz que se difumina, se incorpora también al repertorio pictórico del primer Cezanne, el que todavía no buscaba inspiración en el plein air exterior sino en los entresijos de su imaginación, sus recuerdos y sus deseos. Black es el perro que aparece al lado de la figura de Cezanne - de espaldas con mochilita - en L'apotheose de Delacroix de 1875, Black es el perrito ladrador que acompaña al Pecheur a la ligne de 1868 y el perro sentado que observa el Desayuno sobre la Hierba; Puede que sea también ese perrito indiscreto que mira al mirón, al propio Cezanne, en Una moderna Olimpia. Creo que en todas estas obras, Black acompaña al Cezanne maduro, para encarnar la presencia en él del pasado, del Cezanne joven que se niega a desaparecer y en el que, perplejo, solitario y testarudo, el artista se sigue reconociendo .
Cuando mi hijo tenía cuatro años encontramos una cachorrita negra de ratero mallorquín en el mercado de Sineu, sucumbimos a sus encantos. Jon,mi hijo, con la lógica de su edad, la bautizó "Blacky".
Blacky tiene hoy catorce años y está a mis pies, ha sido protagonista, compañía y paisaje de nuestra vida, su biografía y anecdotário están indisolublemente unidos al nuestro, Blacky persigue faisanes en un bosque inglés, Blacky roba un sandwich en Battersea Park, Blacky en los aeropuertos, Blacky en el colegio, Blacky juega al futbol, Blacky sabe contar, las carreras de Blacky, Jon juega con Blacky, los amores de Blacky, su infancia, su felicidad, su juventud, la nuestra . No querría que su silueta desapareciera de nuestras vidas. Comprendo a Paul Cezanne