sábado, 5 de marzo de 2011

Más allá de cualquier técnica mnemotécnica, el tema de los recuerdos, su selección y almacenaje, es inexpugnable. Hace tiempo,  no se quien, me temo que Andreu Buenafuente, decía que no hay investigación científica que explique por qué todos los españoles nos sabemos Clavelitos de memoria.
Yo debía tener doce años cuando Nada, una joven cantante italiana vestida muy de sport cantaba Ma che fredo fa y no hay quien  entienda por qué sigo recordando aquella canción, su letra y  melodía, sus  pausas y redobles como si me fuera la vida en ello.  Irremediablemente, siempre que me pilla de sopetón el frío, ahí voy, no hay quien me pare y la canto con entusiasmo. En Emilia Romagna, Está cansado el sol de tanto y tanto caminar, se va se va, hace un frío que pela, ha nevado  y ha  llovido, se  derrumban los muros, se abren las carreteras y se desbordan  los ríos. Según el periódico local : Il resto del Carlino, hay ya cuatro muertos  y más de ochenta heridos. Hoy parece que escampa un poco y  aprovechamos para irnos de excursión entre los restos del naufrágio, ma che fredo fa, pom, pom, pom, pom, ma che fredo fa, pom,pom, pom, pom.