sábado, 15 de mayo de 2010

De una antigua familia de la aristocracia neoyorkina, Walter Van Rensselaer Berry nació millonario en París en 1859. Estudió leyes en Harvard y Columbia, fue juez del tribunal internacional en Egipto, diplomático, abogado de prestigio, y presidente de la Camara de Comercio de París; fue hombre de mundo, esteta, coleccionista de arte y bibliófilo empedernido; Fue tíbio con las mujeres, gran amigo de Henry James e íntimo de Marcel Proust. Edith Wharton dijo que Walter Berry había sido el gran amor de su vida aunque no se casó con él y ni siquiera llegaron a besarse. Cuando murió en 1927, Berry le dejó a Edith "todos los libros de mi biblioteca que a ella le interesen". El cuadro de Cezanne ya era de la escritora desde hacía unos meses, Berry lo había comprado en Berhneim - Jeune de París años antes, y se lo dió como último regalo cuando se encontraba ya muy enfermo y las joyerías de la Place Vendome habían perdido todo su brillo. Berry le escribió : " quiero que este cuadro sea tuyo y que sepas que me dirijo sin miedo hacia el jardín, al fondo hay luz, te esperaré junto al estanque". No volvieron a verse. Para Edith Wharton, "Los castaños y el estanque del Jass de Bouffan" fueron símbolo de amistad y esperanza, balsamo al óleo contra las penas de ausencia. Aunque despotricó contra casi todos los artistas que cambiaron de siglo con ella, elogiaba a Cezanne. Nunca sabremos si sus motivos eran sólo extrapictóricos o si, más allá de las sombras del jardín, llegó a valorar su arte. También hablaba bien de Rilke, de Colette y de Yeats, de Gauguin y de Anita Loos.

Foto : Edith Wharton con su amigo Walter Berry,cuando ella era corresponsal para Scribner's Magazine durante la primera guerra mundial, y él acudió a visitarla al frente.

Con Wharton y Berry acaba mi primera visita al Londres de Cezanne.