lunes, 10 de mayo de 2010

En su Dicken's Dictionary of London de 1879, Charles Dickes Jr. describe el Burlington Fine Arts Club de Savile Row como "un club para caballeros artistas y connoisseurs que además de ofrecer los acomodos y ventajas de otros clubs de Londres, proporciona a caballeros de intereses afines un punto de encuentro donde puedan debatirse asuntos artísticos comodamente. Cuenta con una biblioteca de arte bien surtida y actualizada, y ofrece sus salas para que los miembros puedan mostrar sus colecciones, ya sean de cuadros, dibujos, grabados, libros raros, esmaltes, cerámica, monedas,o cualquier otro objeto valioso al que sean aficionados. El club se compromete a organizar una vez al año exposiciones especiales que tengan por objeto el conocimiento profundo de alguna escuela, o maestro. A los socios se les concede el privilegio de invitar a sus amigos para que disfruten de estas exhibiciones y puedan enriquecer las conversaciones que en torno a ellas se generen".
Con la ayuda de un comité de expertos, Roger Fry, fundador en 1903 de la Burlington Art Magazine, fue en 1922 el responsable de una de estas magnas exposiciones que anualmente se celebraban en las galerías del Burlington Fine Arts club. En esta ocasión se trataba de : “Arte de la escuela francesa en los últimos cien años”.
Reseño, por excéntrico y digno de Conan Doyle, el comité de 7 expertos que acompañaron o más bien jalearon a Fry en sus tareas de curator: Tancred Borenius, historiador finlandés especialista en renacimiento italiano; Wilson Steer, pintor impresionista inglés; Henry Tonks, reputado cirujano y artista de vanguardia; Sir Robert Witt, historiador del arte y coleccionista; y Eric R.D. Maclagan, medievalista, editor de Yeats, director del Victoria an Albert Museum y experto en bordados eclesiásticos.
El objetivo de Fry en esta exposición era presentar una selección significativa de la amplia variedad de tendencias que habían germinado en Francia durante el último siglo,y que la habían convertido en el centro indiscutible del arte moderno. Eligió obras emblemáticas, que tuvieran un importante peso intrínseco ya que cada artista aparecía representado con un máximo de tres cuadros.
A la hora de seleccionar las obras de Cezanne, un artista clave en su trayectoria como teórico del arte, Roger Fry escogió los dos cuadros de las hermanas Davies: Paisaje de Provenza y Mediodía en L'Estaque. Las Davies los prestaron con gratitud ya que en esa época estaban muy dolidas con la todavía joven Tate Gallery ya que esta había rehusado aceptarlos, por faltos de interés, cuando un año antes quisieron donarselos gentilmente.