“Nuestro arte debería dar a la naturaleza la emoción de continuidad con la apariencia de todos sus cambios , nos debería permitir sentir la naturaleza como eterna”. Paul CezanneLa route de forêt. 54 x 65 cm. 1870
En su adolescencia y juventud, Cezanne era un prolífico poeta , no dejó de ser poeta, ya se, pero entonces lo era con las palabras. En una carta de 1863 a Numa Coste - amigo desde la infancia y que con la edad sería cronista de la ciudad y uno de los miembros más activos del Felibrige-, el pintor recuerda con nostalgia sus tardes en el remanso del riachuelo de la Torse, un ramal del rio ARC, a las afueras de Aix, hacia el Tholonet, cerca del cementerio de Saint Pierre, donde ahora está su tumba, una parte de la carta la escribe en verso.
En Octubre de 1900, la Galería Cassirer de Berlín organizaba la primera exposición de Cezanne en Alemania: doce cuadros que resultaron invendibles y tuvieron que volver a los almacenes del marchante Durand Rouel de París. Rainer Maria Rilke, que entonces era un joven poeta de 25 años,conoció allí la obra de Cezanne y vió "algo"; a su amiga, la intuitiva Paula Mohdeston, también le interesa el viejo artista francés. Cuando en Octubre de 1907, un año después de la muerte del pintor, el salón de Otoño de París presenta, como homenaje postumo, una retrospectiva con 56 obras de Paul Cezanne, Rilke está en la ciudad y acude a la llamada. La visita marca un punto de inflexión en la vida del poeta, Rilke cae seducido, abducido por Cezanne: La fuerza de sus imágenes te acapara al instante. Pensaba partir hacia Venecia en los próximos días, pero postpone el viaje y se queda en París para poder visitar cada día el salón, pasa horas con, frente a, alrededor de Cezanne, le cuesta asimilarlo, incita su curiosidad, se identifica con él. Por la noche en su habitación de la rue Cassette, desde el seis hasta el veinticuatro de octubre, fecha en la que clausuran la exposición, Rilke escribe a Clara,su mujer, una carta diaria sobre Cezanne. Como recuerda Michel Guerin en su Humble and Colossal Cezanne: "Octubre en la vida de Rainer Maria Rilke es Cezanne, solo Cezanne". No fue aquella una pasión efímera- Como sería su admiración por Zuloaga, o en menor medida su entrega a Rodin-, porque hasta sus últimos años, el poeta reconoce en la obra de Cezanne y en su ética creativa, el principal modelo de su propia obra. Rilke, ya ha digerido a Cezanne cuando dice: "Uno tiene que ser, en todo momento, capaz de pisar la tierra como el primer ser humano "
"Si la expresión de un artista sólo es un medio para expresar directamente su "yo", su arte se volverá totalmente absurdo. El "yo" es una masa caótica o un agujero negro original...Considero que la creación artística es más una purificación que una expresión del "yo". Consiste en examinar con los ojos bien abiertos y extremadamente atentos, los diez mil mundos que nos rodean y el "yo" que tiene tantas dificultades de comunicarse con los otros. Y pese a que el misterio de la vida sigue siendo incomprensible, el arte todavía puede reservar algunas sorpresas".Gao Xingjian
...Delante de Cézanne, solo pensamos en la pintura: ni la objetividad de lo representado, ni la subjetividad del artista, retienen nuestra atención. Nos cuesta decidir si se trata de una imitación o de una interpretación de la naturaleza. Sentimos que este arte está más cercano a Chardin que a Manet o a Gauguin. Y de un modo insintivo decimos, esto es "un cuadro", un cuadro clásico..." Maurice Denis ( L'Occident, septiembre 1907)
Llegué a CanDionis a la una de la madrugada, la casa estaba fría pero me arropó el ánimo encontrarme con "la" balda que en tu honor encargué al carpintero y todavía no había visto, me pareció perfecta, casi idéntica a la del estudio de Lauves. La tuya es más larga porque mi salón no daba para más, y si tú la pintaste de gris para igualarla con la pared, por el mismo motivo yo la he tenido que pintar de blanco.

Adolphe Monticelli es uno de esos personajes que se cuelan por las costuras de la historia. A punto de ser grande y admirado por los más grandes,no pasó de ser un pintor menor.
Querido amigo Bernard ,
Es dificil verbalizar la certeza. Los impertinentes ojos con antiparras de Chardin son hermanos de los exaltados ojos de Cezanne, la línea que une sus miradas y sus bodegones es inequívoca pero ¿Cómo definirla?. Objetos sencillos y familiares sobre fondos neutros, armonía arquitectónica, equilibrio de volúmenes...Hay más. Según Proust, Chardín consigue rescatar los objetos "de esa eterna oscuridad en la que permanecían enterrados ". Proust (si no hubieran sido socialmente tan distintos, siendo contemporáneos) podría afirmar lo mismo de Cezanne. Cezanne mira el mundo como si lo estuviera viendo por primera vez, intenta no ya reproducir sino crear en sus cuadros una realidad a estrenar; la realidad virgen de la que hablaba Chardin...Y hay más. Cómo verbalizar lo inefable, la experiencia mística que pueden desencadenar Chardin y Cezanne con un azucarero, la armonía ultramundana que flota en sus manzanas, la paz oriental o religiosa que transmiten sus bodegones... Hay más. (Fragmento con azucarero de Le brioche de Chardin)
"...Ese bonito pastel de Chardin, armado de un par de antiparras y con una visera dándole sombra. Este pintor es un bribón, no te das cuenta de que haciendo cabalgar sobre su nariz un lígero plano transversal, los valores se realzan a la vista. Verifica este hecho y ya me dirás si me equivoco. " Paul Cezanne ( A Emile Bernard)
Esta es la última acuarela de Cezanne. Comenzó a pintarla en Agosto de 1906. Trabajó muchos días en ella y no sabemos si la dió por acabada. Es una vista a Klee y a Kandinsky, es una vista al puente des Trois sautets sobre el rio Arc. Ya había pintado este puente en un pequeño oleo sobre tabla ovalada en los tardíos años sesenta pero su primer paisaje del Arc es anterior, probablemente de 1862. En las cartas de Paul Cezanne adolescente a su amigo Emile Zola que ha dejado Aix por París, el río es una constante, el símbolo de un tiempo de felicidad compartido y añorado. Paul, es en aquel tiempo un joven alegre, extrovertido, enamoradizo, confiado, escribe poemas, inventa charadas, dibuja caricaturas, se rie de si mismo y del mundo, es muy emotivo y amigo de sus amigos, especialmente de los dos íntimos del Liceo Bourbon, Baptistin Baille y Emile Zola. El Paul de entonces es delgado, tiene unos ojos oscuros desproporcionadamente grandes,es listo, tímido con las mujeres, insólito y talentoso, su padre es rico, él tiene carisma, es un muchacho alborotadoy feliz en la arcadia de Aix en Provence. Para ese Paul, la marcha de Zola es el primer tropiezo, aunque asume que su amigo volverá en vacaciones y retornarán las tardes en el río; entre risas, saltos y chapuzones, se reirán muchísimo, tomarán pan con aceitunas y salchichón, recitarán poemas, hablarán de mujeres, de arte y de filosofía, criticarán a la sociedad bienpensante y maquinaran planes de futuro.
"Aquí, a orillas del río, los motivos se mutiplican; el mismo motivo visto bajo un ángulo distinto ofrece un tema de estudio de poderosísimo interés y tan variado que creo que podría estar ocupado durante meses sin cambiar de sitio, simplemente inclinándome unas veces más a la derecha y otras más a la izquierda". Paul Cézanne .8.9.1906
El rey René de Anjou solo vivió nueve años en Aix con su reina Jeanne, pero tiempo tuvo para traer a Provenza las primeras cepas de moscatel y toda una corte de músicos, cocineros, bordadores, arquitectos, artistas, orfebres y poetas.
En algún momento del siglo XIX, el azucarero de Cezanne se cocía en un horno de Moustiers Sainte-Marie, pueblo de montaña , colgado de la sierra de Montdenier, sobre las gargantas del río Verdón y el lago de la Sainte Croix.
Petrarca sube al monte Ventoux, el más alto de Provenza, para contarlo y convertir su excursión en ascenso místico; la Sainte Victoire llega a la literatura de la mano de Walter Scott, en la novela Anna de Geierstein, el ejemplar Arthur contempla un atardecer desde la pequeña ermita de la Virgen encinta que hay en su cumbre : "...Las sombrías masas de nubes se aproximaban y extendiendose poco a poco sobre el horizonte, amenazaban con eclipsar completamente el sol, aunque el señor del cielo luchaba todavía para mantener su fuerza y, como un héroe agonizante, parecía más glorioso todavía en el instante mismo de su derrota..."
El 28 de Noviembre de 1870, en la batalla de Beaune la Rolande de la guerra francoprusiana, Frederic Bazille, al mando de su compañía de Zuavos, átacó la posición alemana. Tuvieron que herirle dos veces en el pecho antes de que cayera muerto del caballo.Tenía 29 años, era un gran pintor, un buen amigo, un hombre distinguido y generoso. En el invierno de 1870, Cezanne con treinta y un años, estaba en contra de la guerra y maldecía la muerte estúpida de Bazille. En franca rebeldía y para evitar alistarse, se agazapó en la casa de vacaciones que su madre alquilaba desde hacía tiempo en el puerto de L'Estaque, junto a Marsella. Los inviernos de guerra son siempre fríos, aquel año, nevó sobre la bahía de l'Estaque y Cezanne estaba allí para pintar una nieve sucia que se fundía con el barro oscuro y goteaba de los tejados rojos, pintó árboles retorcidos y oscuros, paredes grises como las piedras, el cielo emborronado de tormentas y la tierra lívida, herida por blancos caminos improbables. No se olía en los cuadros el mar, solo se palpaban las derrotas.
Charles Darwin publicó el origen de las especies en 1859. La obra se tradujo al francés en 1862 y la mayoría de los científicos galos desdeñaron o rechazaron la teoría de la selección natural como origen de la evolución. En Paris, en pleno spleen, optaron por ignorar el evolucionismo como una extravagancia más de los ingleses pero en Aix en Provenza no estaban por el escepticismo, dos señores muy listos, el botánico Louis Charles Gastón de Saporta( 1823-1895) y el jovencísimo geólogo y zoologo Antoine Fortuné Marion (1846-1900) recibieron el libro con entusiasmo, incorporaron el planteamiento a sus investigaciones en curso y mantuvieron sesuda correspondencia con Darwin. Con los años, Gaston de Saporta llegaría a ser el director del Museo de Historia Natural de Aix, y Marion, profesor de paleontología y zoologia en la universidad de Marsella, y director del Museo de Historia Natural de esta ciudad.
Tus biografías son prolijas, llenas de pequeñas fechas y pequeños lugares, registran calle y número, tus efímeras direcciones postales, saben tu gusto en sombreros, recogen tus cartas y citan a tus amigos pero ignoran, como ellos, como yo, todos tus porqués.
A finales de Septiembre de 1958, Picasso llama por teléfono a su amigo y marchante, Kahnweiler .
El salchichón de Arlés no es como el de Auvernia, que presume mucho pero es sólo de cerdo. El salchichón seco de Arlés, uno de los más antiguos de Francia, mezcla sabiamente el cerdo con la vaca y, para dulcificar el sabor, en los viejos tiempos solían añadir un poquito de magro de caballo o asno joven. Todo ello se sazona con las buenas hierbas de provenza y pimienta blanca.
Día de mercado en Aix, en la plaza Richelme compro miel blanca de lavanda, recogida en el Chemin des Savels, en la Bastidonne, y un kilo de las magníficas peras del Thoard, que maduran, dulces y feas, a 700 metros de altitud en la alta Provenza. La florista más sonriente de todos los puestos me vende en la plaza del Ayuntamiento dos ramos de mimosas por el precio de uno; y van las flores conmigo, acarician rítmicas mi cadera y cambian el perfume de mis pasos, levantan mi ánimo hasta la danza, voy en sus volandas marcando un suave baile callejero, su amarillo cantarín me precede cuando entro en la pastelería de Bremond para comprar calissons de piña y una baguette con semillas de amapola, Bon jour la belle!.
En la calle Fedreric Mistral 10, antes rue de la Monnaie, en el bajo de la casa de tu hermana Marie, está hoy la tienda del anticuario Daniel Selli. Allí encontré esta sopera provenzal para boullabaise, cocida en la fabrica de Saint Jean du Desert, cerca de Aubagne. En su base, la firma de Jeanne Raymond, con la fecha azul de 1930. Creo que te habría gustado,quizás habrías reido con ella entre los vapores sabrosos de una sopa de pescado. Me recuerda la desmesura de tu caracola rosada en el bodegón del reloj. Atrevimiento, color, tierra y tradición.
Para encontrar la mirada de Cézanne, he querido empezar por el principio. Ayer a medianoche llegué Aix en Provence. Me alojo en el viejo y céntrico Hotel de France de la calle Espariat, mi ventana da a la placita de los Agustinos, estoy dos pasos del Cours Mirabeau.